La meditación se practica
desde hace más de 3000 años principalmente en el mundo
Oriental. Sin embargo en los últimos años la lista
de adeptos ha ido creciendo hasta calar tambien en los países
occidentales como un método eficaz para reducir el estrés
o aliviar el dolor producido por diversas enfermedades. Hoy en día
en EEUU se puede acceder a cursos o sesiones de meditación
en los colegios, los hospitales, en instituciones oficiales y prisiones
y la cifra de practicantes ronda los 10 millones.
Los científicos comenzaron a interesarse por esta técnica
ya en los años 60 y demostraron que el uso de estas técnicas
proporcionaba una extraordinaria concentración. El profesor
de medicina de la Universidad de Harvard (EEUU),Herbert Benson,
a través de sus investigaciones llegó a la conclusión
de que la práctica milenaria contrarrestaba los mecanismos
cerebrales asociados al estrés.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison
en Estados Unidos, descubrió que la meditación tiene
efectos biológicos sobre el cuerpo. Del estudio se desprende
que la meditación produce cambios en el cerebro asociados
a emociones más positivas y mejoras en la función
inmune.
Los estudios neuronales han demostrado un incremento de actividad
en el lóbulo frontal izquierdo, que es la residencia de las
emociones positivas. Al mismo tiempo se reduce el funcionamiento
de la región derecha.
Todo ello se torna muy eficaz para nuestra vida diaria pues los
neurocientíficos han observado que las personas que emplean
más la zona izquierda tardan menos tiempo en eliminar las
emociones negativas y la tensión que pueden provocar situaciones
cotidianas. Este desequilibrio entre los hemisferios conlleva también
una reducción del miedo y la cólera.
Las posibilidades de la meditación están todavía
por explorar. El Doctor Richard Davidson y su equipo, los mismos
que llevaron a cabo la citada investigación, tienen en marcha
un trabajo con pacientes depresivos, "del que aún no
tenemos resultados". Sin embargo, John Teasdale de la Unidad
de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en Cambridge (Reino Unido)
ya dispone de datos. Este investigador ha encontrado que la combinación
de meditación introspectiva con terapia cognitiva reduce
a la mitad las recaídas de los pacientes depresivos crónicos.
En el Centro Clínico Essen-Mitte, en Alemania, los médicos
han empleado durante cinco años un programa de meditación
introspectiva antiestrés diseñado por Jon Kabat-Zinn,
un investigador de la Universidad de Massachussetts y autor de numerosos
libros sobre este tema, en casi 3.000 pacientes con todo tipo de
patologías entre las que se incluye el cáncer. La
experiencia no se planteó como un ensayo clínico,
de modo que no existen datos objetivos de los resultados, pero los
facultativos observaron que la mayoría de los individuos
experimentaba mejorías significativas en su enfermedad.
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